La victoria de Estudiantil ante Ferro de Pico, fue tomada como una gran alegría para el pueblo «bohemio» pero también y creo que mucho más fue la alegría de poder ver en cancha a Facundo Montero, luego de la lesión en el clásico ante Racing, que lo mantuvo afuera de las canchas durante 2 meses.
Con una máscara para tener cuidado por algún golpe, volvió a ser aquel gran jugador con ida y vuelta, jugando pelota al piso y por ahora sin poder pelear la pelota con la cabeza, pero disfrutando de poder estar en una cancha.
En diálogo con Lmdeportiva radio, nos contó sus sensaciones: